El mundo está cambiando a gran velocidad y el sector agrícola no permanece ajeno a este cambio.

Para que la transformación digital de la agricultura española sea efectiva y duradera el agricultor debe ser el verdadero protagonista, estar en el centro de esa revolución digital agrícola. Para conseguirlo hay que propiciar un ambiente idóneo que permita poder mantener la posición de líderes en el mercado global. Por ello es importante que todos los agentes implicados en el sector sean conscientes de su importancia y su unan para compartir, aprender y crecer juntos.

Cada día es más común ver drones, GPS, robots y otra serie de tecnologías en los campos españoles. El Big Data, la Realidad Virtual, la Inteligencia Artificial son otras nuevas herramientas cada vez más conocidas y utilizadas por los agricultores.

Todas esas nuevas tecnologías ayudan al agricultor a ahorrar costes, aumentar la productividad, entre otros beneficios, pero no olvidemos que esas tecnologías jamás podrán sustituir al trabajo, la experiencia y el sentimiento que el agricultor pone en sus cultivos.

En la agricultura, como en otros sectores, la tecnología está diseñada para ayudarnos, y no piensa ni siente como lo hace un humano.

Los agricultores, como ha ido sucediendo a lo largo de la historia, se adaptarán a los cambios y juntos conseguirán que el sector agrícola crezca y mantenga la importancia que tiene y merece.

Podrán venir avances tecnológicos, revoluciones digitales o lo que venga en el futuro, pero nunca podrán sustituir al orgullo y satisfacción que siente un agricultor cuando recolecta una buena cosecha.